La primavera llega
con el calendario.
El es el que manda.
El tiempo podrá
hacer lo que quieran
las condiciones atmosféricas
llover, nevar, frió o calor
pero la tierra y todo
lo que tenga raíces en la misma
seguirán fielmente,
lo que marque el calendario.
No es obediencia ciega,
no es sumisión,
ni es humillación
es cuestión de supervivencia
no la van a matar, (nadie puede)
pero si se empeña en ser primavera
en verano, en el otoño o en el invierno
se suicidará y cuando esto compruebe,
no podrá dar ni un paso atrás.
Las ideas de una persona tienen
muchas veces este final.
Querer realizarlas
fuera de su tiempo
las hace naufragar
y se mueren por no saber nadar.
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