Cuando la nostalgia
asalta nuestro presente
nos declara infelices,
como si no fuese posible
que estos tiempos pudieran
ser tan llenos como los del ayer.
La nostalgia nunca debe anular
la esperanza.
asalta nuestro presente
nos declara infelices,
como si no fuese posible
que estos tiempos pudieran
ser tan llenos como los del ayer.
La nostalgia nunca debe anular
la esperanza.
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