sábado, 26 de diciembre de 2009

Rima 47

Camino del cementerio
vamos todos en ocasiones.
Muchas de compañía
a familiares o amigos
tristemente fallecidos.

Otras a dejar unas flores,
pocas a llorar la pena
por el que ya se ha ido
y solo una vez
de protagonista del evento.

Sin duda la más feliz de todas
porque no sabemos, no vemos,
no sentimos, no podemos
gozar como un muerto.

La tristeza o el desanimo
es para el que se queda.

El que nos deja,
no necesita nada.

Ni aire para respìrar
ni agua para beber
ni alimento que comer.

Le espera el sueño eterno
o el polvo eres.

Disfrutará de ese cielo
que aunque sea ateo tendrá.

El infierno es un cuento
luego no pasara ese tormento.

Los que se quedan a trabajar
a pagar hipotecas,seguros
comunidades, aguas, basuras
vehículos, hasta donde queramos llegar.

Solo nos queda no perder la moral
para poder alcanzar el estatus
del que el fallecido disfruta ya.

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